Como curar el microblading paso a paso

El éxito y la durabilidad del microblading dependen en gran medida de cómo se maneja la etapa de curación. En este artículo, exploraremos las mejores prácticas sobre cómo curar el microblading para asegurar que el proceso de recuperación sea tan eficaz como el procedimiento mismo.

Proceso de curación microblading

A continuación te proporcionaremos una guía detallada paso a paso para cuidar tus nuevas cejas desde el momento en que sales del salón hasta que estén completamente curadas.

Primeras 24 horas

Durante este período, es común experimentar enrojecimiento y una leve hinchazón en el área tratada, lo cual es una respuesta normal del cuerpo al proceso de microincisión.

Es vital mantener las cejas completamente secas y libres de cualquier contacto con el agua, ya que la humedad puede interferir con el proceso de cicatrización del pigmento bajo la piel.

Además de mantener el área seca, es importante evitar tocar o frotar las cejas. La fricción puede causar la exfoliación del pigmento recién implantado, lo que resulta en una pérdida de definición y color.

Para aliviar la hinchazón, se puede aplicar compresas frías envueltas en un paño suave alrededor de las áreas afectadas, pero nunca directamente sobre las cejas. Esto ayuda a reducir la inflamación sin comprometer la integridad del pigmento.

Otro aspecto esencial durante este primer día es la postura al dormir. Se recomienda dormir boca arriba para evitar el contacto directo de las cejas con la almohada, lo cual podría afectar la distribución del pigmento.

Primeros 7 días

Comenzando desde el segundo día, se recomienda limpiar suavemente las cejas dos veces al día con agua tibia y un jabón suave, utilizando un algodón o una toallita limpia.

Este proceso de limpieza ayuda a eliminar cualquier exceso de linfa y residuos que podrían acumularse y formar costras gruesas, las cuales pueden arrastrar el pigmento al desprenderse.

Tras la limpieza, es fundamental aplicar una capa delgada de pomada antibiótica o una crema especializada recomendada por el especialista.

Estos productos no solo ayudan a hidratar y proteger las cejas, sino que también crean una barrera contra las bacterias que podrían provocar una infección.

La aplicación debe hacerse con toques ligeros usando un aplicador o un dedo limpio, evitando saturar la zona para permitir que la piel respire y se cure adecuadamente.

Además de los cuidados directos sobre las cejas, es importante evitar ciertas actividades y ambientes que puedan comprometer la curación.

Las altas temperaturas y la humedad, como las que se encuentran en saunas y piscinas, pueden aumentar el riesgo de infecciones y diluir el pigmento implantado.

El ejercicio luego del microblading también debe ser evitado durante al menos una semana, ya que el sudor puede irritar la piel en proceso de curación y afectar la fijación del color.

Hasta el mes

A medida que avanzan los días y las cejas empiezan a sanar, los pacientes deben estar atentos a las diferentes fases del proceso de cicatrización que se extiende hasta aproximadamente un mes después del microblading.

Durante las semanas siguientes al cuidado inicial, la piel continuará curándose y el color de las cejas se asentará gradualmente en su tono definitivo.

La descamación natural de la piel es un aspecto clave de esta fase. Aunque puede ser alarmante ver que las cejas comienzan a pelarse, esto es un indicativo de que la curación está progresando adecuadamente.

Es crucial no picar ni arrancar las costras que se forman, ya que esto puede extraer el pigmento de la piel y llevar a resultados irregulares.

En su lugar, los pacientes deben continuar aplicando una crema hidratante especializada para aliviar la picazón y mantener la piel nutrida y flexible, facilitando así una exfoliación natural sin interrumpir el asentamiento del pigmento.

En este periodo, también es importante realizar ajustes en la rutina de cuidado facial y de maquillaje. Los productos a base de aceite y los desmaquillantes pueden alterar el pigmento del microblading, por lo que deben evitarse en el área de las cejas.

Microblading: Cicatrización a largo plazo

Una vez superada la fase inicial de curación, es fundamental mantener una rutina de cuidados a largo plazo para preservar la calidad y la durabilidad del microblading.

• Visitas de seguimiento con el especialista: Estas visitas permiten al especialista realizar ajustes o retoques si es necesario, asegurando que las cejas mantengan su forma y color ideales. Además, el especialista puede proporcionar recomendaciones personalizadas basadas en cómo ha respondido la piel al tratamiento.
• Retoques: Dependiendo de la tasa de desvanecimiento del pigmento y la respuesta individual de la piel, los retoques pueden ser necesarios cada 12 a 18 meses. Estos retoques no solo refrescan el color, sino que también corrigen cualquier irregularidad que pueda haber surgido con el tiempo debido a la exposición al sol, cambios en la piel o simplemente por el proceso natural de envejecimiento.
• Mantenimiento de la pigmentación y la salud de la piel: Proteger las cejas del sol es vital para mantener la intensidad del color. Usar un sombrero de ala ancha o aplicar protector solar específico para el rostro puede ayudar a prevenir la decoloración prematura del pigmento. Además, integrar una crema hidratante adecuada para el tipo de piel en la rutina diaria puede ayudar a mantener la piel alrededor de las cejas suave y saludable, lo que indirectamente beneficia la apariencia del microblading.

Al adoptar estos cuidados a largo plazo, se maximiza la inversión realizada en el microblading, manteniendo las cejas no solo bellas, sino también saludables a lo largo del tiempo.